-¡Emiya, date prisa! –Aquel rollizo hombre, de alrededor de 50 años, digitaba apresuradamente una serie de códigos en el teclado que tenía frente a él.
-¡Pero profesor Hurley, yo…! –un indeciso Emiya se encontraba de pie frente a lo que parecía un inmenso portal dimensional.
La gran compuerta que daba acceso a aquel laboratorio comenzó a fracturarse. Algo la golpeaba con fuerza desde el exterior.
-¡Ya no queda tiempo, Hiro! –exclamó el profesor Hurley con ansiedad- ¡Tú y esos mechas son nuestra última esperanza!
Emiya observó un instante la compuerta. Luego miró al profesor. No tenía otra opción. Fijó sus ojos en el brillante y cristalino portal temporal.
-¡Ahora Emiya! –gritó John Locke mientras presionaba un enorme y brillante botón rojo.
-Meriadoc VII beberá aguamiel sobre el cráneo de su enemigo –dijo a modo de confirmación el Hobbit que piloteaba otro de los mechas recién llegados, mientras presionaba un botón verde que parecía gigantesco dado el pequeño tamaño de su mano.
Abordo del último de aquellos robots cuadrados, Emiya Hiro supo que finalmente había llegado el momento de poner a prueba las invenciones del profesor Hurley.
-¡Vamos fuerza Mazingertron! –exclamó, el joven hombre de plateado cabello mientras presionaba un botón azul de gran tamaño.
Instantes después de que Emiya presionara el botón azul, los tres robots cuadrados se elevaron al cielo rodeados de luces multicolores. Tomado por sorpresa, un furioso Yoshiel quedó momentáneamente cegado por aquel intenso resplandor. Mientras tanto, los robots recién llegados comenzaron a dividirse y a transformarse.
-¡Formen pies y piernas! –la voz de Emiya resonaba en toda la planicie-. ¡Formen brazos y torso!
Mientras Emiya decía estas palabras, las diversas secciones de los tres robots iban constituyendo el cuerpo de lo que parecía ser un enorme robot de combate.
-¡Yo formaré la cabeza! –la cabeza del robot piloteado por Emiya, se instaló sobre los hombros del enorme robot guerrero. Salido de la nada, un casco de Samurái adornó entonces la cabeza de aquel impresionante mecha.
-¡Gattai de la Justicia! –exclamaron al unísono John, Meriadoc y Emiya- ¡Saber Mazingertron Gatchaman Brandybuck activado!
Con un grito asesino, un aun deslumbrado Yoshiel echó a correr en dirección al recién formado robot.
-¡Puños Atómicos! –gritó Emiya, al tiempo que ambas manos de Mazingertron se desprendían de su cuerpo.
Incapaz de evadir el ataque, Yoshiel fue golpeado de llenó en el rostro por dos poderosos puños metálicos. La fuerza del ataque lo hizo caer secamente sobre la derruida planicie.
Este temblor fue más fuerte que los anteriores –dijo Rin, quien aun a bordo del EVA-01, observaba como Jack jalaba y movía los cables contenidos dentro del tablero de control-. ¿Qué crees que ocurra afuera?
-Sin duda alguien está combatiendo con el ángel usando un Gattai –respondió Jack mientras unía dos cables.
-¿Eh?¿Gattai? –Rin miró a Jack con incredulidad- ¿Cómo se supone que sabes eso?
-No soy el presidente del club de fans de Optimus Prime por nada –Jack sonrió mientras miraba de reojo a su acompañante- ¿No tienes idea de lo que estoy hablando, cierto?
La chica lo miró un momento sin saber que responder. Luego se cruzó de brazos y volteó indignada la cabeza.
-Tonterías de hombres sin duda –dijo molesta.
Mientras ambas manos mecánicas regresaban a su dueño, el ángel se incorporó lentamente. La parte de su rostro golpeada por los puños de Mazingertron era ahora de un color gris metálico.
-¿Un mecha? –John Locke miraba a su enemigo con sorpresa.
-Obra de los otros, sin duda alguna –corroboró Emiya.
-¡Aplastemos su cabeza! –intervino Meriadoc con furia guerrera.
Gruñendo nuevamente, Yoshiel volvió a embestir entonces en contra de Mazingertron.
-Ciertamente no es muy brillante –dijo John mientras se preparaba para la lucha.
-Una maquina jamás podrá superar a un piloto humano -filosofó Emiya.
-¡Aplastemos su cabeza! –volvió a decir Meriadoc.
Una luz surgió entonces de las manos de Mazingertron.
-¡Saber Mazingertron Gatchaman Brandybuck Kōsoku Denjin! –gritaron los tres pilotos de Mazingertron- ¡Espada de Shambai!
Mientras Mazingertron inclinaba su cuerpo, la luz que surgía de sus manos se transformó en una inmensa espada. Yoshiel dio entonces un gran salto en dirección al poderoso robot de la justicia. Con un movimiento veloz y ágil, Mazingertron lanzó un certero corte en dirección al ángel robótico. Tras un instante en el que el tiempo pareció detenerse, el cuerpo de Yoshiel se partió en dos a la altura de la cadera. Segundos después, el ángel explotaba en pedazos.
-¡Jajajaja!¡JAJAJAJAJA! –una risa demente inundó la planicie de improviso.
En el cielo frente a Mazingertron y mientras pedazos de Yoshiel aun volaban por los aires, un mecha alado tipo Gundam hizo su aparición.
En otro lugar…
-Admito que la aparición de aquel extraño robot nos tomó por sorpresa Hinoto –la fría voz que rodeaba a Hinoto por todas partes, aun sonaba muy segura de sí misma- sin embargo, incluso ese mecha jamás podrá derrotar al dios de la muerte…
-¡Te equivocas! –exclamó súbitamente la princesa Hinoto con una energía inusual a su carácter- ¡Esta vez todo será diferente!
En la isla misteriosa…
El mecha alado atacaba a Mazingertron usando una larga y afilada katana que despedía brillos eléctricos. Incapaz de volar, el robot de la justicia se limitaba a desviar los ataques que su misterioso enemigo lanzaba desde los cielos una y otra vez.
-¡No resistiremos mucho Emiya! –exclamó Locke mientras maniobraba para desviar un nuevo ataque del mecha alado.
-¡Arrancaré sus alas y bailaré sobre sus huesos! –clamó Meriadoc mientras su cabina se sacudía con fuerza.
-¡Rayos! –dijo Emiya con frustración- si al menos Mazingertron estuviera completo…
El mecha alado giró entonces brusca e inesperadamente. Como resultado, Shambai salió despedida de las manos de Mazingertron y fue a clavarse cientos de metros más allá. Todo parecía haber acabado para Emiya y sus compañeros.
-¡Jajajajajaja!¡JAJAJAJAJAJAJA! –mientras el mecha alado levantaba su espada para asestar el golpe final, la risa demente volvió a inundar la planicie- ¡Insectos como ustedes jamás serán rivales para Kira!
La espada descendió velozmente en dirección a la cabeza de Mazingertron. Se detuvo cinco centímetros con siete milímetros antes de tocar un rostro con grandes ojos anaranjados. Dos manos humanoides extendidas de color purpura sujetaban la afilada arma con fuerza.
-¡¿Por qué no tomaste la espada clavada con la que nos cruzamos?! –gritaba una furiosa Rin mientras sacudía con fuerza a Jack- ¡¿Acaso quieres matarnos!?
-Detener una espada sólo con las manos es más heroico –replicó Jack mientras su cabeza se sacudía de derecha a izquierda- todo héroe de la justicia sabe algo tan simple…
-¡Idiota! –gritó Rin mientras amenazaba a Jack con el puño- ¡Más te vale que salga viva de está!
-No hay problema –replicó Jack con una sonrisa confiada mientras tomaba con fuerza los controles del robot- yo y el EVA-01 hemos renacido como el fénix para luchar por la verdad, el honor y la justicia…
-¡Maldito! –gritó el piloto del mecha alado mientras intentaba liberar su espada de las manos del EVA-01- ¡¿Cómo te atreves a burlarte del dios de la muerte?!
Como única respuesta, el EVA-01 presionó la espada que mantenía atrapada entre las palmas de sus manos aun con más fuerza que antes. Con un crujido sordo la katana se partió en dos.
-¡Bastardo! –volvió a gritar el piloto del mecha alado mientras se preparaba a atacar al EVA-01 con el trozo de espada que aun tenía en su poder.
Dos puños metálicos golpearon entonces al robot misterioso. Impulsado por el fuerte impacto, el mecha alado retrocedió varios metros en el aire. Deteniéndose unos cientos de metros más allá y al tiempo que las dos manos mecánicas regresaban al Mazingertron, la máquina de los otros emprendió la retirada.
-¡Pagaran por este insulto! –gritó el piloto de risa demente, antes de desaparecer junto a su robot en el cielo.
-¡Pero profesor Hurley, yo…! –un indeciso Emiya se encontraba de pie frente a lo que parecía un inmenso portal dimensional.
La gran compuerta que daba acceso a aquel laboratorio comenzó a fracturarse. Algo la golpeaba con fuerza desde el exterior.
-¡Ya no queda tiempo, Hiro! –exclamó el profesor Hurley con ansiedad- ¡Tú y esos mechas son nuestra última esperanza!
Emiya observó un instante la compuerta. Luego miró al profesor. No tenía otra opción. Fijó sus ojos en el brillante y cristalino portal temporal.
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-¡Ahora Emiya! –gritó John Locke mientras presionaba un enorme y brillante botón rojo.
-Meriadoc VII beberá aguamiel sobre el cráneo de su enemigo –dijo a modo de confirmación el Hobbit que piloteaba otro de los mechas recién llegados, mientras presionaba un botón verde que parecía gigantesco dado el pequeño tamaño de su mano.
Abordo del último de aquellos robots cuadrados, Emiya Hiro supo que finalmente había llegado el momento de poner a prueba las invenciones del profesor Hurley.
-¡Vamos fuerza Mazingertron! –exclamó, el joven hombre de plateado cabello mientras presionaba un botón azul de gran tamaño.
Instantes después de que Emiya presionara el botón azul, los tres robots cuadrados se elevaron al cielo rodeados de luces multicolores. Tomado por sorpresa, un furioso Yoshiel quedó momentáneamente cegado por aquel intenso resplandor. Mientras tanto, los robots recién llegados comenzaron a dividirse y a transformarse.
-¡Formen pies y piernas! –la voz de Emiya resonaba en toda la planicie-. ¡Formen brazos y torso!
Mientras Emiya decía estas palabras, las diversas secciones de los tres robots iban constituyendo el cuerpo de lo que parecía ser un enorme robot de combate.
-¡Yo formaré la cabeza! –la cabeza del robot piloteado por Emiya, se instaló sobre los hombros del enorme robot guerrero. Salido de la nada, un casco de Samurái adornó entonces la cabeza de aquel impresionante mecha.
-¡Gattai de la Justicia! –exclamaron al unísono John, Meriadoc y Emiya- ¡Saber Mazingertron Gatchaman Brandybuck activado!
Con un grito asesino, un aun deslumbrado Yoshiel echó a correr en dirección al recién formado robot.
-¡Puños Atómicos! –gritó Emiya, al tiempo que ambas manos de Mazingertron se desprendían de su cuerpo.
Incapaz de evadir el ataque, Yoshiel fue golpeado de llenó en el rostro por dos poderosos puños metálicos. La fuerza del ataque lo hizo caer secamente sobre la derruida planicie.
Este temblor fue más fuerte que los anteriores –dijo Rin, quien aun a bordo del EVA-01, observaba como Jack jalaba y movía los cables contenidos dentro del tablero de control-. ¿Qué crees que ocurra afuera?
-Sin duda alguien está combatiendo con el ángel usando un Gattai –respondió Jack mientras unía dos cables.
-¿Eh?¿Gattai? –Rin miró a Jack con incredulidad- ¿Cómo se supone que sabes eso?
-No soy el presidente del club de fans de Optimus Prime por nada –Jack sonrió mientras miraba de reojo a su acompañante- ¿No tienes idea de lo que estoy hablando, cierto?
La chica lo miró un momento sin saber que responder. Luego se cruzó de brazos y volteó indignada la cabeza.
-Tonterías de hombres sin duda –dijo molesta.
Mientras ambas manos mecánicas regresaban a su dueño, el ángel se incorporó lentamente. La parte de su rostro golpeada por los puños de Mazingertron era ahora de un color gris metálico.
-¿Un mecha? –John Locke miraba a su enemigo con sorpresa.
-Obra de los otros, sin duda alguna –corroboró Emiya.
-¡Aplastemos su cabeza! –intervino Meriadoc con furia guerrera.
Gruñendo nuevamente, Yoshiel volvió a embestir entonces en contra de Mazingertron.
-Ciertamente no es muy brillante –dijo John mientras se preparaba para la lucha.
-Una maquina jamás podrá superar a un piloto humano -filosofó Emiya.
-¡Aplastemos su cabeza! –volvió a decir Meriadoc.
Una luz surgió entonces de las manos de Mazingertron.
-¡Saber Mazingertron Gatchaman Brandybuck Kōsoku Denjin! –gritaron los tres pilotos de Mazingertron- ¡Espada de Shambai!
Mientras Mazingertron inclinaba su cuerpo, la luz que surgía de sus manos se transformó en una inmensa espada. Yoshiel dio entonces un gran salto en dirección al poderoso robot de la justicia. Con un movimiento veloz y ágil, Mazingertron lanzó un certero corte en dirección al ángel robótico. Tras un instante en el que el tiempo pareció detenerse, el cuerpo de Yoshiel se partió en dos a la altura de la cadera. Segundos después, el ángel explotaba en pedazos.
-¡Jajajaja!¡JAJAJAJAJA! –una risa demente inundó la planicie de improviso.
En el cielo frente a Mazingertron y mientras pedazos de Yoshiel aun volaban por los aires, un mecha alado tipo Gundam hizo su aparición.
En otro lugar…
-Admito que la aparición de aquel extraño robot nos tomó por sorpresa Hinoto –la fría voz que rodeaba a Hinoto por todas partes, aun sonaba muy segura de sí misma- sin embargo, incluso ese mecha jamás podrá derrotar al dios de la muerte…
-¡Te equivocas! –exclamó súbitamente la princesa Hinoto con una energía inusual a su carácter- ¡Esta vez todo será diferente!
En la isla misteriosa…
El mecha alado atacaba a Mazingertron usando una larga y afilada katana que despedía brillos eléctricos. Incapaz de volar, el robot de la justicia se limitaba a desviar los ataques que su misterioso enemigo lanzaba desde los cielos una y otra vez.
-¡No resistiremos mucho Emiya! –exclamó Locke mientras maniobraba para desviar un nuevo ataque del mecha alado.
-¡Arrancaré sus alas y bailaré sobre sus huesos! –clamó Meriadoc mientras su cabina se sacudía con fuerza.
-¡Rayos! –dijo Emiya con frustración- si al menos Mazingertron estuviera completo…
El mecha alado giró entonces brusca e inesperadamente. Como resultado, Shambai salió despedida de las manos de Mazingertron y fue a clavarse cientos de metros más allá. Todo parecía haber acabado para Emiya y sus compañeros.
-¡Jajajajajaja!¡JAJAJAJAJAJAJA! –mientras el mecha alado levantaba su espada para asestar el golpe final, la risa demente volvió a inundar la planicie- ¡Insectos como ustedes jamás serán rivales para Kira!
La espada descendió velozmente en dirección a la cabeza de Mazingertron. Se detuvo cinco centímetros con siete milímetros antes de tocar un rostro con grandes ojos anaranjados. Dos manos humanoides extendidas de color purpura sujetaban la afilada arma con fuerza.
-¡¿Por qué no tomaste la espada clavada con la que nos cruzamos?! –gritaba una furiosa Rin mientras sacudía con fuerza a Jack- ¡¿Acaso quieres matarnos!?
-Detener una espada sólo con las manos es más heroico –replicó Jack mientras su cabeza se sacudía de derecha a izquierda- todo héroe de la justicia sabe algo tan simple…
-¡Idiota! –gritó Rin mientras amenazaba a Jack con el puño- ¡Más te vale que salga viva de está!
-No hay problema –replicó Jack con una sonrisa confiada mientras tomaba con fuerza los controles del robot- yo y el EVA-01 hemos renacido como el fénix para luchar por la verdad, el honor y la justicia…
-¡Maldito! –gritó el piloto del mecha alado mientras intentaba liberar su espada de las manos del EVA-01- ¡¿Cómo te atreves a burlarte del dios de la muerte?!
Como única respuesta, el EVA-01 presionó la espada que mantenía atrapada entre las palmas de sus manos aun con más fuerza que antes. Con un crujido sordo la katana se partió en dos.
-¡Bastardo! –volvió a gritar el piloto del mecha alado mientras se preparaba a atacar al EVA-01 con el trozo de espada que aun tenía en su poder.
Dos puños metálicos golpearon entonces al robot misterioso. Impulsado por el fuerte impacto, el mecha alado retrocedió varios metros en el aire. Deteniéndose unos cientos de metros más allá y al tiempo que las dos manos mecánicas regresaban al Mazingertron, la máquina de los otros emprendió la retirada.
-¡Pagaran por este insulto! –gritó el piloto de risa demente, antes de desaparecer junto a su robot en el cielo.
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